¿Es posible dejar de fumar sin engordar?

Deja de fumar sin engordar con la dieta que te proponemos

Si has decidido que uno de los propósitos del nuevo año va a ser el de dejar de fumar, lo más probable es que quieras conseguirlo, pero sin engordar ni un kilo de más por el estrés y la ansiedad que provoca dejar el cigarrillo para siempre. Como para ello deberás seguir a la vez dietas saludables, si quieres dejar de fumar sin engordar, toma buena nota de cómo debe ser tu dieta a partir de ahora.

¿Cómo dejar de fumar sin engordar?

Si has decidido dejar de fumar definitivamente, ¡felicidades!, porque acabas de tomar una de las decisiones que mejor te hará sentir a largo plazo durante los próximos años. Sin embargo, has de tener en cuenta que una vida sin tabaco puede resultar complicada al principio, debido a la adicción que genera la nicotina en nuestro organismo.

El primer paso que debes dar para dejar de fumar es afrontar las ganas de hacerlo. Para ello, haz desaparecer de tu vista toda tentación que te pueda incitar a volver a coger el cigarrillo. Lo mejor es tirar todo el tabaco que tengas en casa o regalárselo a otros fumadores.

Durante las primeras semanas tras dejar el tabaco, es posible que sufras varios efectos de la abstinencia a la nicotina y a todos los productos dañinos que contienen los cigarrillos. El efecto inmediato de dejar el tabaco es la ansiedad por volver a fumar de nuevo, y con ella, puedes sentir la tentación de comer a deshora y cualquier alimento que te apetezca.

6 cambios que debes hacer en tu dieta para dejar de fumar sin engordar

"¿Voy a engordar al dejar de fumar?". Esa es una las preguntas que más se hace la gente cuando decide dejar el tabaco. Incluye en tu dieta las siguientes variantes y no tendrás de qué preocuparte.

1. Refuerza la ingesta de proteínas

Si quieres evitar la ansiedad que provoca la desintoxicación del tabaco, un nutriente esencial que debe contener tu dieta habitual son las proteínas. Por ello, lo mejor es añadir a la dieta una cantidad extra de carne, pescado, huevos, o productos lácteos, pues las proteínas que contienen estos alimentos te ayudarán a sentirte más saciado.

2. Más alimentos con vitamina C

Ahora que has dejado de fumar, necesitas aportarle a tu organismo una dosis extra de antioxidantes, ya que con el consumo de tabaco el proceso oxidativo de tus células se ha acelerado considerablemente.


Los alimentos ricos en vitamina C como el kiwi, la naranja, el limón, el pimiento, los frutos rojos o el brócoli, son aliados esenciales en la dieta de quien deja el tabaco para siempre.

3. Elimina las bebidas excitantes

Más de un ex-fumador suele reconocer que el mejor momento para fumar era, sin lugar a dudas, la hora del café. Y es que, las sustancias excitantes que contiene el café, el té o las bebidas con cafeína excitan nuestro sistema nervioso central, y esto provoca más ansiedad y ganas de fumar.

4. Di adiós a los productos refinados

Según los principios de la dieta macrobiótica, para dejar de fumar es preciso eliminar de la dieta todos aquellos productos que contienen azúcar o harina refinada, como la bollería industrial, el pan blanco, los embutidos, la carne, o los refrescos azucarados.

En su lugar, podemos comer más cereales integrales, más frutas y verduras de temporada, y siempre bebidas sin alcohol, pues las bebidas alcohólicas incrementan el deseo y la ansiedad por volver a fumar.

5. Benefíciate del ajo

Muchas personas que han vencido al tabaco de forma definitiva, reconocen que el ajo fue uno de los aliados esenciales en su particular batalla contra el cigarrillo. De hecho, la dieta del ajo para dejar de fumar se ha convertido en una de las más famosas y efectivas a nivel mundial para conseguir este propósito.

Esta dieta es muy sencilla de seguir, pues consiste en tomar dos dientes de ajo machacados con zumo de limón antes de la comida principal del día, y evitar la ingesta de alimentos fritos y altamente procesados.

6. Mastica chicle

Mascar chicle puede ser una buena manera de quitarnos ese hábito tan arraigado que era llevarse un cigarrillo a la boca. Mientras lo mascas estás sustituyendo un hábito de comportamiento por otro, y si además se trata de chicles de nicotina, te ayudarán a saciar la necesidad de esta sustancia que los cigarrillos han creado en tu organismo, hasta que llegue el día en que ya no la sientas.

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